Add parallel Print Page Options

41 Y sucedió que, al oír Elisabet el saludo de María, el niño que llevaba en su vientre saltó de alegría. Elisabet quedó llena del Espíritu Santo, 42 y exclamó con gritos alborozados:

— ¡Dios te ha bendecido más que a ninguna otra mujer, y ha bendecido también al hijo que está en tu vientre! 43 Pero ¿cómo se me concede que la madre de mi Señor venga a visitarme?

Read full chapter